viernes, 8 de octubre de 2010

Cadaver humeante

Co autor: Arthur

El gato feliz encarnado por el versátil Don, Don, Don como pasó de este puerto existe al país de las maravillas. María Antonia lo esta jalando por el mal camino (ja, es eso posible)
Reina de corazones deja ya de susurrar a Sartre entre sueños
Y la nuez nos mira alrevés.és.


Ya la nuez moscada, moscada, come pan con papa papa papa… No! El gato pelado, la tortuga ecuestre, los leones al crepúsculo y tanto, pero tanto (no, Señor, no nos haga eso) joven melancólico que inunda las calles y que no conoce las tibias enaguas que pueblan Versalles, nuestra amada Versalles a diez soles la noche y veinte con baño privado, las fajas de Lima, también, también, no nos confunde este ritmo inclemente…
El gusano fumón hace su aparición? Se baña en la tina con faja o sin ella?
Que-sais-je, no tenemos pantis y nunca probaremos el placer de la sangre del cuervo…

Jev ne sais pas, don se va a acabar las papitas, y no le digas a mama, sobre los calzoncitos de satén. El conejillo apuradillo por el tic tac del reloj y la alarma ( lalala).

Pero cómo decía el viejo desde Trieste: manipula tu alma, joven Aragorn, manipúlala y serás capaz de escribir poesía aún sin remolones paracaidistas y conejos disléxicos que escriban sicalíptico con C. Manipule, señor, sus horizontes, sus enclaves en el mar, sus islas abandonadas, sus piezas de cartón, sus papas fritas hechas con limo y con esperma disgregado.

Y las kotex todavía sostienen a los ovulos muertos en su lugar. Saca la espada Mister Arthur y Silvia sonrié plácidamente, busca a Rimbaud y La belleza se sentó en sus piernas un momento más. El maní descascarado y el mantel con diseño colombiano, con migajas de pancillo pasado. Don, ya me quedé sin neuronillas.

Silvia, el drama inconcluso con el amante nieto de Corcuera: ah, la fascinación de los sonetos y las intervenciones de RImbaud en el ámbito francés, pero es que no conoció a Gautier y su suicidio fue gradual, ah, la fascinación de esta clase de muerte, y Silvia expugnando las apariencias, dejando de lado las lábiles muestras de inocencia, alistando la partida, el reconocimiento de Mariano, Marianito el poetita que supo de sexos y de óperas primas, que supo de titadas y titorías, que supo amanecer un cuerpo retocado por clarinetes y por espaldas corvas, que supo, ay, amainar una angustia afincada en cierto lugar del abdomen atiborrada de papas, de comida chatarra, de mac donalds, no, no quiero, gracias, gracias… pero es que el silencio se ha instalado entre Silvia y nosotros, y más vale, qué vale, saber de virtud y de dicha lejos de este archipiélago, y adrede, sé que adrede, Silvia se reclina y nos muestra un lugar impreciso de su cartografía (Verástegui, luego de una ofrenda suntuaria: pero hombre, hómbre, las mujeres solo son un poco de cháchara política y un sexo dispuesto a todo. Hómbre, ya me escuchaste, bípedo implume, animal desnaturalizado). Cuatro años invirtiendo en los más pobres (el motivo de nuestra presencia)… Silvia avanza. No llores, conejilla.

La reina de corazones brilla por su ausencia, mientras la conejilla se deleita con las grabaciones comprometedoras de la polignac… jaja (dos ja), pensar que no la escuchará.
Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido.
Un remember causado por exceso de Cartavio y el gusano si fue fumando formando círculos humeantes de opio pasado, tratando de ser cannabis.
Y donde mierda se metió Alicia, me pregunto yo.